2/11/2013

MASTITIS, QUÉ DOLOR!

Cuando Alba por fin comenzó a mamar, yo pensé que lo complicado en relación a la lactancia ya la habíamos pasado....pero no...todavía quedaban varios episodios difíciles que pasar, uno de ellos la mastitis o principio de mastitis...

Hay mujeres que somos propensas a ellas y hay mujeres que jamás las sufren, pero cuando te ocurre por primera vez es muy complicado identificar qué te pasa.

La Mastitis, como comentan en Alba Lactancia Materna, es una obstrucción de un conducto de salida de leche.
Muchas de nosotras comenzamos a notar la obstrucción antes que se transforme en mastitis, aunque a veces estás tan despistada con todas las tareas que suponen tener al bebé en casa, que no te das cuenta hasta que tienes 39º o 40º de fiebre...
Porque, al menos en mi caso, los síntomas no empecé a notarlos en el pecho, sino en todo el cuerpo. La sensación era como si estuviese incubando un gripazo a lo grande. De repente estaba super cansada, me dolían todas las articulaciones y empezaba a subirme la fiebre.
Todo eso lo noté un día antes de sentir un dolor terrible en el pecho, es en ese momento cuando te das cuenta que no es una gripe...es una obstrucción en el pecho!
Para solucionarlo, a mi me funcionaba muy bien tomar paracetamol, y sobre todo, meterme en la ducha con agua a la máxima temperatura que aguantaba, enfocando el agua al pecho y frotando -lo más fuerte que podía soportar- el pecho de forma circular y con más incidencia en el lugar dónde tenía el bulto duro y doloroso.
Seguidamente y sin perder el calor del cuerpo le daba el pecho a Alba o sacaba la leche con el sacaleches, para que se fuese desobstruyendo el conducto en cuestión.
La matrona me comento que colocara a Alba de manera que su barbilla estuviera en el lugar donde estaba ubicado el bulto, porque por la barbilla es por dónde tienen más fuerza a la hora de mamar.
Y así, poco a poco lo fuimos solucionando.
Lo bueno: que si tu hijo se engancha al pecho y te lo vacía pronto, se pasa en seguida...
Lo malo: que duele muchísimo y que si tu hijo es muy pequeñito puede que le cueste mucho conseguir sacar la leche del pecho "malo" y decida engancharse sólo al bueno.
En ese caso, lo mejor es ayudarte con el sacaleches, o como más rápido llamar a una mamá con un niño un poco más crecidito, que tenga más fuerza al succionar y que seguro te lo deobstruye en un plis!
Parece raro, pero funciona muy pero que muy bien y muy rápido, Alba ha cumplido esa función en más de una ocasión y ella se queda super contenta y la mamá a la que ayuda más si cabe.

Lo que para mí es importante a este respecto es que debes cuidarte como mamá, que estés relajada, que ahora no se puede seguir con el mismo tipo de vida que antes...y para eso es importante tu entorno, que la gente que te rodea lo comprenda y actúen en consecuencia. 
En Alba Lactancia Materna comentan que "A menudo, detrás de  una mastitis,  hay un fuerte agotamiento de la mamá, o quizás  fuertes tensiones familiares, y tener una mastitis es una manera que tiene nuestro cuerpo de llamarnos la atención,   y de hacer que miremos un poquito  por nosotras" Y he de reconocer que prácticamente todos los episodios que tuve de mastitis vinieron justo después de unos días de estrés, de querer abarcar más de lo que podía -visitas, cumpleaños de amigos, comidas familiares...- o de alguna discusión.

A si que, mil besos a todas las que empecéis a das el pecho, muchos ánimos! y a parte de cuidar al bebé que seguro lo hacéis fenomenal, cuidaros a vosotras que sóis el vínculo directo con esas pequeñas personitas que tanto os necesitan al 100%!



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